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VISITA DE UN DÍA A SEVILLA

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EL PATRIMONIO DE UNA HERENCIA MILENARIA

En las esquinas de muchas casas sevillanas se observan fragmentos de columnas o capiteles romanos; en los campanarios de diversas iglesias se adivina el trazado de los antiguos minaretes; en toda la ciudad se percibe una unidad temporal integrada por la superposición de los siglos.

Sevilla atesora una amplísima gama de obras de arte de todas las épocas, en una extensa superficie urbana, en una mezcolanza colorista y caótica, pero bella Son tantas las obras de interés que sólo una extensísima guía podría enumerarles, pero cabe destacar una veintena de ellas.

Y junto al arte una naturaleza amable y vigorosa que otorga a la ciudad un aire tropical que difumina su identidad europea.

LA GIRALDA

Se trata del alminar de una mezquita, construido en el siglo XII. La profundidad de la historia de la ciudad se percibe en el mismo basamento de la esbelta torre, donde se aprecian piedras de sillería romanas.

La obra se inició en 1184 por Ahmed ben Baso, bajo el mandato del sultán almohade Abú Yacub Yusuf. A la muerte del sultán la obra fue reemprendida por Alí de Gomara, quien sustituyó la labor de piedra por ladrillo.

Un terremoto destrozó en 1365 la parte superior del alminar, que estaba rematado por las famosas manzanas doradas. El arreglo de esta cimera, un sencillo chapitel, perduró hasta el siglo XVI, cuando el cabildo catedralicio encargó a Hernán Ruiz el nivel superior de la torre, que añade un cuerpo de campanas y un remate renacentista que culmina con la estatua de bronce que representa a la Fe.

La escultura de la cimera es de cuatro metros, algo más de siete metros con el pedestal. Se trata de una gran veleta que gira movida por el viento. Esta cualidad de giratoria hizo que se llamara popularmente Giralda a todo el edificio, quedando el nombre de Giraldillo para la veleta.

LA CATEDRAL

La catedral sevillana ocupa el espacio de la gran mezquita almohade, que quedó bastante arruinada en un terremoto del siglo XIV. Por ello en 1401 se decidió hacer una nueva obra, paralela a la gran mezquita preexistente.

Se trata de un templo de los mayores de la cristiandad, con 145 metros de largo, sólo superado por San Pedro de Roma y San Pablo en Londres, aunque modernamente ha habido otros templos de más envergadura.

La obra es gótica, y recoge numerosos elementos de interés, tanto en el plano histórico como artístico. Entre los elementos de valor histórico está el sepulcro de Fernando III el Santo, en una magnífica urna de plata.

También se halla allí el sepulcro de Colón, aunque existe una polémica por la identidad de los restos.

El Retablo Mayor presenta una magnífica estatuaria, que preside la Virgen de la Sede, del siglo XIII. Escultores españoles y flamencos realizaron la obra durante los siglos XV y XVI. Es el mayor retablo existente en el mundo. Numerosas capillas y salas tienen notable valor. Tal vez una de las más importantes es la Sala Capitular, elíptica, donde arquitectura y pintura tiene marcado interés.

También destaca la Sacristía Mayor, con las Tablas Alfonsíes y la Custodia de Juan de Arfe, que mide más de tres metros de altura.

El patio de los Naranjos, con su fuente central, donde ya se lavaban los fieles islámicos en tiempos anteriores a la Reconquista; las vidrieras; la puerta del Perdón; las rejas de forja; los cuadros Zurbarán, Murillo, Valdés Leal, etc., son elementos adicionales que enriquecen el soberbio conjunto artístico, cuya magnitud puede percibir el visitante desde lo alto de la Giralda.

El zócalo que rodea la catedral está cercado por pilares romanos, traídos de la vecina Itálica. Es un escenario vinculado a la historia y a la literatura hispánica. Al lado de la Puerta del Perdón, por la que se accede al Patio de los Naranjos, un cartel recuerda que aquellas gradas ya están citadas en la obra de Rinconete y Cortadillo, de Miguel de Cervantes.

LOS REALES ALCÁZARES

En el recinto del Alcázar de los almohades, Pedro I el Cruel edificó una magnífica residencia real, en 1364, que aún hoy asombra por su opulencia y hermosura.

Las obras llevadas a cabo por mandato de aquel soberano continuaron con otras impulsadas por los reyes Católicos; Carlos I, quien celebró en el lugar su boda con Isabel de Portugal, y Alfonso XIII.

Se accede al edificio por la Puerta del León, almohade, y a partir de aquí todo es un compendio extraordinario de arte árabe y cristiano, en el que destacan los patios de la Montería, de las Doncellas y de las Muñecas, así como los salones de Carlos V y de Embajadores, este último con una apabullante bóveda y una refinada decoración.

La hermosura de los reales Alcázares tiene un magnífico complemento en su jardines, de vegetación verdeante, con hermosas terrazas y fuentes, donde se respira frescor y quietud, en medio de una ciudad cálida y bulliciosa.

ARCHIVO DE INDIAS

Situado junto a la catedral y los Reales Alcázares, el Archivo de Indias es la muestra del papel de Sevilla como centro administrativo del Nuevo Mundo.

Fue realizado por Juan de Herrera, el arquitecto de El Escorial, y en él se recoge una inmensa documentación: textos, planos, dibujos, etc. de las relaciones con América y Filipinas.

EL AYUNTAMIENTO

Situado entre las plazas Nueva y de San Francisco, el ayuntamiento de sevilla es una magnífica construcción de la primera mitad del siglo XVI y del XIX.

La parte primitiva es plateresca en tanto que la más moderna es neoclásica.

La parte plateresca es la más valiosa, una joya debida a Diego de Riaño.

En el interior del Ayuntamiento hay que destacar la escalinata, y la Sala capitular, con un bello artesonado. Cuenta con pinturas de Velázquez, Zurbarán y Valdés Leal.

EL HOSPITAL DE LOS VENERABLES

Está en el corazón del barrio de Santa Cruz, una parte de la ciudad donde asombra la arquitectura y los recoletos jardines. Se trata de un edificio que se hizo para asilo de sacerdotes, en la parte final del siglo XVII.

Se trata de una de las excelentes construcciones del barroco sevillano, debida a Leonardo de Figueroa. Es de gran originalidad su patio con galerías de arcadas elevadas.

El edificio es actualmente un centro cultural, y en el mismo destaca la iglesia, de una sola nave, con importantes esculturas y frescos, éstos de Valdés Leal y su hijo Lucas Valdés. Es especialmente atractivo el Triunfo de la cruz, pintado por Valdés Leal en el techo de la Sacristía.

Para este centro pintó Murillo su famosa inmaculada, actualmente en el Museo de El Prado.

LA MACARENA

Se trata de una basílica realizada en 1949, de líneas populares, barroquizantes y coloristas, donde se alberga la imagen de la Virgen de la Esperanza Macarena, de hondo arraigo entre los fieles sevillanos.

La Virgen se alza en un Altar Mayor suntuoso y reluciente, y parece que se debe a Luisa Roldán, La Roldana, importante escultora sevillana del siglo XVII.

Al lado de la basílica se alza la iglesia de San Gil, donde se albergó tradicionalmente a la Virgen, hasta el siglo XX. Se trata de una mezquita árabe transformada en iglesia en el siglo XIII.

SAN TELMO

El palacio de San Telmo fue construido en el siglo XVII como Universidad de Mareantes, o escuela naval de Sevilla.

En el siglo pasado fue residencia de los duques de Monpensier y actualmente es sede del Gobierno Andaluz.

Destaca en el palacio su portada churrigueresca, diseñada por Leonardo de Figueroa, con figuras alegóricas que se vinculan a las artes, las ciencias y la navegación.

REAL FÁBRICA DE TABACOS

Inmenso edificio donde se manufacturaba en el siglo XIX buena parte del tabaco que se consumía en Europa, y donde trabajaban 10.000 cigarreras de Sevilla.

Es una obra crucial en la llamada arquitectura industrial, una auténtica innovación en su época Esta inmensa construcción, la mayor de España, después de El Escorial, se hizo entre 1728 y 1771. Está rodeada por un amplio foso y atalayas. Actualmente se dedica a dependencias universitarias.

CASA DE PILATOS

El primer marques de Tarifa construyó una mansión inspirada en el renacimiento italiano. Actualmente es residencia de los duques de Medinaceli.

Tiene dos plantas. Artesanos genoveses construyeron en inicios del XVI la puerta de mármol por la que se accede al edificio, donde rebosa la suntuosidad y el arte.

El patio principal es de aire renacentista y mudéjar, con una gran fuente central. En las galerías se muestran 24 bustos de emperadores romanos. La escalera de acceso al segundo piso es notable. Yeserías, esculturas y bajorrelieves de la antigüedad, comparten la atención con una magnífica azulejería, y diversas pinturas de autores como Goya y Lucas Jordán. Es el mejor edificio nobiliario andaluz.

EL SALVADOR

La monumental iglesia de El Salvador alza su mole rosácea en la plaza de su mismo nombre. En este lugar se levantó la mezquita mayor de Sevilla hasta el siglo XII; antes fue un templo visigodo.

Se trata de una gran iglesia barroca, con tres naves y gran cúpula, que guarda obras de interés, como un nazareno de Martínez Montañés.

En el patio anejo al edificio se aprecia el hondo sabor histórico del mismo, pues se pueden ver elementos constructivos, romanos, visigóticos y románicos.

La plaza de El Salvador es interesante también por la movida juvenil que se cita en ella, tras el cierre de la actividad laboral o universitaria.

EL PARLAMENTO DE ANDALUCÍA

Situado enfrente de la basílica de La Macarena, el Hospital de la Sangre o de las Cinco Llagas es otro formidable e inmenso edificio renacentista.

Es una joya del manierismo español y fue iniciado por Fadrique Enriquez de Riviera. La gran iglesia se debe a Hernán Ruiz, y es de la segunda mitad del siglo XVI. Actualmente es la sede del Parlamento de Andalucía.

BARRIO DE SANTA CRUZ

El Barrio de Santa Cruz es uno de los espacios urbanos más notables de la ciudad de Sevilla. Es un laberíntico entramado de calles estrechas salpicadas de plazas recoletas con olor a azahar. Espacios como la plaza de Los Venerables, o la de Santa Cruz; callejones como el del agua, pegado a la muralla por la que se traía el agua hacia los reales alcázares; restaurantes y tabernas de patios floridos hacen del barrio un lugar inigualable, donde la extranjería se emociona y gasta innumerables carretes de fotografías.

Inmediato a este conjunto está la iglesia de Santa María la Blanca. Con una Santa Cena de Murillo, y al lado se prolonga la judería, aunque con menos sofisticación que la del barrio de Santa Cruz.

PLAZA DE ESPAÑA Y PARQUE DE MARÍA LUISA

El parque de María Luisa está formado por unos magníficos jardines, fuentes y excelentes edificios de notable valor artístico.

En el final del XIX la infanta María Luisa de Orleans donó a la ciudad parte de los jardines de San Telmo, espacio que ocuparon los magníficos edificios de la exposición Iberoamericana de 1929.

Merece atención especial la Plaza de España, un gran espacio semicircular de airosos edificios de ladrillo, y magnífica cerámica.

Un canal recorre la plaza y hermosos puentes lo cruzan en distintos lugares. Un espacio, en suma, agradable, eje de la exposición del 29.

ISLA DE LA CARTUJA

La exposición universal de 1992, organizada en Sevilla en el aniversario del quinto centenario del descubrimiento de América, se desarrolló en la Isla de la Cartuja.

En la Isla de la Cartuja perduran dependencias religiosas de distinta época, del XV al XVIII, y un horno de fabricar cerámica, la famosa Cerámica de La Cartuja.

En la zona de exposición se levantaron numerosos edificios vanguardistas, alguno de los cuales perdura, y una serie de puentes, entre los que destaca el del Alamillo, obra de Santiago Calatrava.

EL ARENAL

El Arenal es una zona típica de Sevilla, a la orilla del Guadalquivir, donde se ubicaba antaño el tráfico portuario, proveniente en su mayoría del Nuevo Mundo.

Aquella explanada fue convirtiéndose en una atractiva zona de la ciudad, donde se halla la plaza de toros de la Maestranza, sede de notables festejos taurinos, y el teatro de la Maestranza, realizado para los eventos de 1992.

En un agradable entorno se halla también el Hospital de la Caridad, fundado en el siglo XVII, con una fachada adornada por terracotas y azulejería.

En este entorno destaca también el agradable paseo de Cristóbal Colón y la Torre del Oro, también de época almohade actualmente dedicada a museo marítimo.

Esta torreta estaba unida por un muro a los Reales Alcázares y sostenía una cadena de hierro que llegaba a la otra orilla del río, como elemento defensivo para impedir el paso de naves enemigas. Enfrente a la Torre se halla un destacado edificio del arquitecto Moneo.

LAS MEZQUITAS

Varias mezquitas de la vieja Sevilla fueron reutilizadas posteriormente para convertirlas en iglesias, tras una remodelación con sabor románico o gótico inicial.

Se trata de edificios donde se aprovecharon las estructuras preexistentes, y que en esta ciudad se conocen más bien como templos Gótico-Mudéjares.

Hay varios casos de éstos. Algunos se conservan en las cercanías de La Macarena.

Cabe citar la iglesia de Santa Marina, la torre-alminar de San Marcos y la iglesia de San Gil, todos ellos relativamente cerca de las murallas almorávides.

En esta zona está también otra iglesia que poco tiene que ver con el gusto árabe, pero que es de una sorprendente armonía y suntuosidad. Se trata del templo barroco de San Luís, en la calle del mismo nombre.

MUSEO DE BELLAS ARTES

Entre los museos sevillanos destaca el de Bellas Artes, instalado en lo que fue convento de la Merced.

El museo de Bellas Artes es una de las mejores pinacotecas de España. En edificio, del siglo XVII, recoge una excepcional pintura de las escuelas sevillanas.

Cuadros de Murillo, Valdés Leal, Zurbarán, Pacheco, Sorolla, etc. y un edificio magnífico, con una buena fachada hacen de este centro la segunda pinacoteca española.

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